En tres entrevistas distintas, responsables de empresas como IBM o RedHat Iberia, analizan los beneficios y riesgos de DevOps, así como los supuestos en los que una empresa debe aplicarlo o quién debe estar al mando de la transición.
Antonio Rodríguez, director de Ventas de Cloud, IBM España, analiza los beneficios y retos que implica la implantación de una estrategia DevOps: ‘Con DevOps seremos más ágiles y eficientes’.
¿Cuáles son los principales beneficios de adoptar la filosofía DevOps en la empresa?
Aplicando la filosofía de DevOps conseguiremos ser más ágiles y eficientes, ayudándonos a mejorar:
– Time to market: acelerar y facilitar el desarrollo y despliegue de aplicaciones innovadoras.
– Valor para el usuario final: el objetivo de todo el equipo se centra en construir un producto que proporcione un valor para el usuario final.
– Balance de velocidad, coste, calidad & riesgo: priorización y decisión unificada de qué es más prioritario para el negocio final de la empresa.
¿Y sus principales riesgos?
DevOps se basa en tres pilares fundamentales: procesos, organización y tecnología. Uno de los principales riesgos es que olvidemos cambiar y/o alinear alguno de estos tres pilares.
Muchas organizaciones piensan que la automatización solucionará todos sus problemas, pero sin una correcta revisión y simplificación de procesos, y un cambio organizativo para facilitar la colaboración de los diferentes roles, la automatización no traerá los beneficios esperados, y habrá una fuerte resistencia al cambio.
¿Pueden todas las empresas adoptar este tipo de estrategia? ¿Por qué?
DevOps puede aplicarse en pequeñas y grandes empresas, así como de cualquier sector y/o tecnología.
La adopción de DevOps puede ser a priori más sencilla para pequeñas empresas, o negocios innovadores que surgen desde cero, principalmente porque el cambio cultural va a ser menor y pequeños equipos son más fáciles de coordinar. Sin embargo, no todas las compañías surgen de cero. La mayoría tienen un pasado y presente de aplicaciones en mantenimiento, procesos, herramientas…
Pero grandes empresas y proyectos también pueden beneficiarse y mejorar la agilidad de los desarrollos actuales. Necesitarán realizar un análisis de cuáles son los cuellos de botella existentes y dónde necesitamos mejorar, cuáles son las aplicaciones más críticas para negocio y qué necesitan para tener esa agilidad.
Miguel Ángel Díaz, Business Development Manager, Appdev & Middleware en Red Hat Iberia, explica las razones para asumir una filosofía DevOps: ‘DevOps aporta una ventaja competitiva inmediata’
¿Cuáles son los principales beneficios de adoptar la filosofía DevOps en la empresa?
La filosofía DevOps aporta a las empresas la agilidad en la puesta en valor al cliente del producto/servicio de la compañía. De este modo, aporta de una manera inmediata una ventaja competitiva frente a quien no lo hace, con el consiguiente beneficio económico. Además, de modo colateral, aporta una reducción de costes por la posible automatización del proceso.
¿Y sus principales riesgos?
Uno de los principales riesgos es el de perderse en el camino. Es decir, perderse en el sentido de poner en marcha cambios (nuevos procesos, nuevos organigramas…) sin haber definido antes de una forma clara el objetivo empresarial a perseguir. De este modo, se pierden energía y recursos sin conseguir los resultados deseados.
¿Pueden todas las empresas adoptar este tipo de estrategia? ¿Por qué?
Claro. Gracias al Open Source, la tecnología innovadora se ha democratizado, y gracias a las versiones empresariales, se pueden llevar a producción de manera segura y estable. Cualquier empresa que tenga desarrollo y operación de aplicaciones va a obtener los beneficios de este paradigma.
Jaime Balañá, Director Técnico de NetApp Iberia, analiza los beneficios y retos que implica la implantación de una estrategia DevOps: ‘DevOps es una filosofía, un cambio de mentalidad’
¿Cuáles son los principales beneficios de adoptar la filosofía DevOps en la empresa?
Los beneficios de la implantación de DevOps se ven reflejados en el incremento de la calidad de las aplicaciones, en el ahorro de costes y en la mejora del time-to-market. En DevOps, el software es un elemento diferenciador clave a la hora de consolidar la base instalada y de atraer nuevos clientes. Esto significa que la construcción, la calidad y la puesta en producción de las aplicaciones se tienen que desarrollar con rapidez y fiabilidad. De esta esta manera, DevOps se ha convertido en un factor clave dentro del proceso de Transformación Digital de las organizaciones.
A lo que se suma la implicación de una colaboración constante entre los diferentes equipos que componen el departamento de TI y con la empresa en general. De este modo, se genera más confianza entre los equipos de desarrollo y los de operaciones a través de la calidad, permitiendo una mayor flexibilidad y adaptabilidad.
¿Y sus principales riesgos?
Un entorno DevOps ágil puede convertirse en caótico si no se eligen bien los distintos componentes de software, si los roles de los departamentos no están bien adaptados o si los propios profesionales no están correctamente formados.
Por eso, desde NetApp recomendamos hacer un diagnóstico de las necesidades de la empresa para garantizar que cualquier implementación o proceso de renovación de infraestructura IT, responda a esas demandas y contribuyan al crecimiento del negocio.
¿Pueden todas las empresas adoptar este tipo de estrategia? ¿Por qué?
La implementación con éxito de DevOps requiere una estrategia orientada al negocio, recursos de TI cualificados que trabajen en colaboración y la adopción de controles y facilitadores clave, y, desafortunadamente, muchas empresas no han llegado aún a ese punto.
Por eso, las empresas de telecomunicaciones, los bancos y los retailers son las más propensas a utilizar esta metodología. Todas ellas tienen algo en común: suelen ser empresas grandes y complejas, por lo que necesitan un software de calidad que les proporcione aplicaciones rápidas para mantener su ritmo de crecimiento.